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El resfriado es una enfermedad que se contagia fácilmente, y su transmisión se produce por el contacto con las secreciones portadoras de los virus.
Tres puntos importantes que debes cuidar durante tu resfriado:
La Dieta Una dieta suave, a base de, alimentos nutritivos y reconfortantes, te pueden ayudar a combatir el malestar y la pérdida de apetito que puede presentarse durante la enfermedad. La alimentación debe enfocarse a estimular la función inmunológica. Los LÃquidos
Los Alimentos
Alimentos que fortalecen las defensas
En otoño, el cuerpo necesita fortalecer sus defensas, combatir el estrés y proveerse de energÃa. Milagros no hay, pero algunos alimentos ayudan. Es el caso de la jalea real, estimulante recomendado para reforzar el sistema inmunitario tras un fuerte desgaste de energÃa. La levadura de cerveza protege la salud de la piel y evita el estrés, y el germen de trigo es la mejor fuente de fibra El ajo es un antibiótico natural que protege el corazón, y las nueces favorecen el buen funcionamiento del cerebro. Expertos en nutrición aconsejan el llamado desayuno completo: la suma de un yogur bio, dos nueces peladas, una cucharada de germen de trigo, otra de levadura de cerveza y una de polen. Cómo evitar que estén todo el invierno resfriados
Cuando una persona sufre un catarro, queda inmunizado frente al virus que lo ha provocado, pero aún es susceptible a otros virus, que a su vez tienen múltiples subtipos... Es por eso que los catarros son tan frecuentes a lo largo de la vida. También esto explica que los catarros sean más habituales en la infancia y su frecuencia disminuya con la edad; a medida que la persona va desarrollando inmunidad frente a los diferentes virus, disminuyen las posibilidades de contagio en caso de un nuevo contacto con ellos. La transmisión se provoca a través de gotas de secreciones respiratorias con virus en suspensión, producidas al toser o estornudar, que pueden ser inhaladas por otras personas, resultando contagiadas. Los catarros son una de las enfermedades más frecuentes en el niño. Aproximadamente lo normal es que se produzcan de 3 a 9 episodios al año en el niño preescolar y de 2 a 6 episodios en el escolar. Estos episodios suelen concentrarse en otoño e invierno, en los meses de epidemia. El número de resfriados es aún mayor, hasta el doble o el triple, en los niños pequeños que acuden a guarderÃa. SÃntomas conocidos por todos
Las secreciones nasales inicialmente son acuosas, haciéndose más espesas a los 2 ó 3 dÃas, coincidiendo con la mejorÃa de los sÃntomas generales. Estos suelen controlarse a los 5-7 dÃas, aunque la tos puede persistir aproximadamente 2 semanas. Aunque los catarros de vÃas altas son procesos banales y que se curan solos en el plazo de unos dÃas, a veces puede haber complicaciones. Sinusitis. Se manifiesta por secreción nasal amarillenta o verdosa de más de 10-15 dÃas, fiebre, dolor de cabeza y facial. Los catarros de repetición pueden favorecer las vegetaciones adenoideas, sobre todo entre los 4 y los 6 años de edad. En las fases finales del catarro puede haber una sobreinfección bacteriana del moco, que debe sospecharse si la secreción nasal no mejora a los 10 dÃas de iniciarse el proceso, si hay fiebre de más de 3 dÃas de evolución o que comienza 48 horas después del inicio de los sÃntomas catarrales. Infección de vÃas aéreas bajas, bronquitis, neumonÃa o bronquiolitis en el lactante pequeño. Si aparece fiebre elevada o que dura más de 3 dÃas, dolor torácico en el niño mayorcito, dificultad respiratoria o rechazo del alimento en el bebé pequeño, debemos acudir al médico para que descarte estas complicaciones.
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